Soy culpable de compararme a veces con otras personas. La comparación tiende a ser en términos del éxito social o el éxito en su campo de otra persona, sus posesiones mundanas, su vida familiar, autoconfianza, disciplina, etc. Encuentro cualidades en otro que creo que a mí me faltan, y luego, extrañamente, reacciono negativamente hacia mí mismo por eso.
ùEl problema no es tanto el mecanismo de comparación, sino su contenido. Toda herramienta que nos ayude a aprender sobre nosotros mismos tiene la capacidad de hacer el bien o el mal. Cuál de sus dos naturalezas cobra vida, está en manos de quien maneja la herramienta, lo que significa que si sabes cómo usarla correctamente, puede ayudarte a evolucionar.
Mi hábito de comparar no da frutos en mi trabajo. Lo único que hace es ayudar a la identificación y cristalización dentro de una determinada característica. Pero en la escuela estamos trabajando en la otra dirección, y el mecanismo de comparación puede ser útil si lo trabajamos, también en la otra dirección. El único individuo con el que deberíamos compararnos es con nosotros mismos. Esta es la forma correcta de utilizar esta herramienta, porque en este caso facilita el trabajo, en lugar de agravar la negatividad.
Si hoy soy mejor que ayer y mañana mejor que hoy, entonces estoy evolucionando.
El problema es que a veces estoy tan absorto en deshacerme de ciertos pensamientos o emociones negativas, o de cierta forma en que hago o digo las cosas, o de cierto hábito, que me olvido de dar un paso atrás y ver qué tan lejos he llegado. Mirar hacia atrás es tan importante como mirar hacia adelante. Ayuda a poner las cosas en perspectiva, ayuda a comprender lo que he hecho para saber qué hacer. Tomando unas horas al final de la semana y reflexionando sobre la semana pasada, uno o dos días al final del mes, algunas semanas al final del año. Todos nos fijamos metas, trabajamos para lograr algo, enfocamos nuestras energías. Tomarse el tiempo para luego ver cómo evolucionamos es tan importante como trabajar para evolucionar.
Si me comparo con otras personas, es una señal segura de que no estoy reflexionando en retrospectiva sobre mis esfuerzos. Esta línea de pensamiento solo ayuda a llenarme de negatividad y sofocar mis esfuerzos. Pero si me estoy comparando con quien era, entonces estoy usando esta herramienta correctamente.
«Aprenda a ver más y más. Busque en su pasado, en toda su vida … Siempre vea más sus errores y repárelos.»
Gurdjieff